Las grandes mentiras del México independiente: primera parte
Qué fecha merece ser celebrada por todo mexicano: ¿El grito o la Consumación? Te voy a poner un ejemplo para que me entiendas. Qué fecha celebrarías en tu vida, además de tu cumpleaños, tu graduación universitaria y el nacimiento de tu primer hijo: el día en que mandaste al demonio una relación tormentosa, llena de desaires, broncas, malos entendidos y toxicidades, o el día en que el juez te dio el acta de divorcio (aunque estuvieras obligado a pagar una pensión o repartir tus bienes por el bien de tus hijos). Bueno, si ya me agarraste la onda, la fecha que todos los mexicanos deberíamos celebrar como el verdadero día de la Independencia es el 27 de septiembre.
La Real Academia define Consumación como Extinción, acabamiento total. Es decir, ya no hay marcha atrás, todo se terminó o como dicen por ahí: todo se fue alv. Entonces, ¿por qué carajos celebramos el Grito de Independencia? Ah. Por culpa de Porfirio Díaz. Ese hombre de origen oaxaqueño que gobernó el país por tres décadas cumplía años el día 15 de septiembre. Y a medida que fue ganando años, se le hacía imposible levantarse de su cama a las cinco de la mañana el día 16 para lanzar un discurso a la gente reunida en el Zócalo Capitalino y como en la noche del quince todo su gabinete e invitados especiales estaban ahí presentes, pues se le hizo fácil celebrar a las 23 horas el famoso grito a los héroes que nos dieron patria (desde 1896 específicamente). Y como ya dije, era su cumpleaños, pues a la gente reunida se le daban sus tamales.
La otra mentira que sostiene esa edulcorada versión de la Historia de México es que Miguel Hidalgo sea llamado el Padre de la Patria. En realidad, el famoso cura de Dolores lanzó el grito para liberar a España de los franceses (por aquel entonces Napoleón había conquistado a España y había depuesto al Rey Fernando Séptimo, poniendo en su lugar a su hermano, José Bonaparte, lo que derivó que se organizara un movimiento de independencia contra la gente que hablaba y tenía ideas gachas, los franceses, esos eran los verdaderos gachupines). Durante el tiempo que España fue gobernada por los Bonaparte, se vio envuelta por el liberalismo, un movimiento político y económico que abogaba por los matrimonios civiles, la educación por parte del estado, que se quitará el fuero eclesiástico (es decir, que los curas fueran sentenciados por un tribunal civil), y sobre todo se le quitaran tierras y propiedades a la iglesia. Y había gente en México que simpatizaba con esas ideas, porque le quitaba el poder a los españoles y los criollos. El grito de Hidalgo más allá de ser un grito contra el dominio de Francia sobre España era contra ideas modernistas y de cambio.
Entonces, quién es el verdadero padre de la patria en México. Un negro. Bueno, un mulato que sufría de dolores de cabeza terribles, por lo que se veía obligado a usar un paliacate para aminorarlos. A ese hombre no se le da el lugar que merece como padre de la patria y por eso la figura de Miguel Hidalgo se enaltece. Ese hombre fue el cura José María Morelos y Pavón. Corría el 20 de octubre de 1810 cuando Morelos se encontró con Hidalgo por Indarapeo, un pueblo cercano a la actual Morelia (por esos días llamada Valladolid), cuando Hidalgo le dijo que organizara el movimiento en el Sur, bajo la idea de evitar que los gachupines hicieran sus triquiñuelas en la nación. Morelos sería explícito al decirle: "la independencia que todos los americanos se veían obligados a pretender, respecto a la ausencia del rey, preso en Francia, les proporcionaba la coyuntura de lograr aquélla". O sea, al haber un movimiento independentista en España contra Francia, debían aprovecharlo para independizarse y ser una nueva nación. Hasta ese momento Hidalgo comprendió las razones por las cuales sus huestes hacían desastre y medio en cada población tomada. Ellos querían una independencia; sin embargo, era imposible detener sus bríos.
Por eso, el movimiento de Hidalgo fue desorganizado, en tanto el de Morelos, fue mejor en cuanto a estrategia militar, porque se hicieron a un lado a las mujeres y niños y se adiestró a los campesinos y quien se sumará en el manejo de armas, además, él promulgó una Constitución (conocida como la Constitución de Apatzingán, una constitución donde abogaba por una educación laica, registro civil de matrimonios y nacimientos, reparto de tierras) y estableció un congreso representativo de los pueblos y provincias de la América Septentrional (otro nombre que recibía la Nueva España por esos días) donde lanzaron el siguiente decreto: "Queda rota para siempre jamás y disuelta la dependencia del trono español”. Este fue el argumento jurídico del movimiento independentista de Morelos. Pero, las ideas liberales de Morelos no cuajaron en la mente de algunos diputados de perfil conservador, y eso provocó la desintegración del congreso, el apresamiento y muerte del cura Morelos.
Por supuesto, los que han construido la Historia de México han tratado a Morelos con racismo. Esa gente quiere borrar esa otra raíz habida en México, la raíz africana. Cada vez le van quitando a este gran héroe los rasgos negroides y lo hacen ver más blanco. Por eso el enaltecimiento de la figura de Hidalgo (si bien nunca se han encontrado retratos y pinturas de su época, se le ha ido embelleciendo al grado que ya se parece a Nicolas Cage).
Lo curioso es que México tuvo un presidente de ascendencia negra (algo que Estados Unidos tardó más de doscientos años) y que fue el causante de la independencia de México gracias a las cartas que recibió de Agustín de Iturbide para firmar la paz. Ese hombre era Vicente Guerrero. Pero, como he dicho, los que han construido esa versión de la historia, también han blanqueado el rostro de este prócer.
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